Los sistemas constructivos actuales se basan en productos altamente elaborados, que han desplazado a productos naturales o que requieren menor elaboración. Por su parte, la baldosa cerámica es un material que requiere de una cantidad significativa de materias primas y de un consumo intensivo de energía para su fabricación. BIOCONCER plantea explotar la funcionalidad del bizcocho cerámico cocido como producto higroscópico (con capacidad para intercambiar humedad con el ambiente), así como a desarrollar placas que puedan instalarse en seco para su uso como elementos de partición de estancias. En estas placas se usan materiales como el mortero de cal incorporando residuos del proceso de fabricación de baldosas cerámicas, fibras y tejidos naturales. Una línea de trabajo permite adaptar la baldosa cerámica industrial a los requerimientos de la bioconstrucción respecto a tener edificios con ambientes saludables y confortables alcanzando unas condiciones básicas de habitabilidad, mejorando el bienestar y la calidad de los ciudadanos. Otra línea, además de la circularidad que se aporta al utilizar residuos industriales, une la bioconstrucción y la construcción industrializada desarrollando un producto que se ensambla en obra y no necesita fabricarse in situ.
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