El proyecto CLUSKER desarrolla tecnologías innovadoras de recubrimientos antimicrobianos y desodorizantes aplicados a baldosas cerámicas, utilizando clústeres fotoactivos de molibdeno y materiales adsorbentes híbridos con polímeros reciclados. En la fase de producción, se emplean materias primas avanzadas con estructuras micro- y mesoporosas combinadas con polímeros orgánicos e inorgánicos reciclados, optimizando el transporte y fabricación para minimizar el impacto ambiental. Durante la fase de construcción, las baldosas cerámicas se transportan e instalan en interiores de edificios con procesos eficientes que reducen residuos y facilitan su integración. En la fase de uso, estos recubrimientos activos reducen la proliferación de hongos y eliminan malos olores, contribuyendo a la mejora del ambiente interior y reduciendo la necesidad de mantenimiento y sustitución frecuente. Finalmente, en la fase de fin de vida, el diseño del material favorece su valorización mediante reciclado o reutilización, evitando vertederos e incineración, alineándose con prácticas sostenibles.
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