La participación del IBV se centra en aplicar una metodología que parte de los principios de diseño participativo y centrado en las personas, en los que los destinatarios de la solución formen parte de su desarrollo y validación de forma colaborativa. Además, la metodología propuesta garantiza el enfoque de un desarrollo basado en la innovación social, ya que incorpora a los agentes de la cuádruple hélice, implicando a entidades y agentes de los sectores del conocimiento (UPV e IBV), empresa (UTE Avit- A Arqueha) administración (GVA) y ciudadanía. El objetivo es evaluar y medir el impacto en el bienestar de las personas, identificando los parámetros que permitan dicha evaluación. Estos se basarán en un modelo de importancia/satisfacción, en el que se valorará el grado de aceptación (funcionalidad, facilidad de uso y satisfacción) y el cumplimiento de los parámetros en los que los usuarios pueden percibir mejoras:
- Incremento de la resiliencia y mejora de las prestaciones de la vivienda: percepción de confort; bienestar, mejora de calidad de vida.
- Incidir de forma positiva en el nivel de biohabitabilidad de la vivienda: percepción de beneficio para la salud física; de beneficio para la salud mental; disfrute del espacio exterior.
- Potenciar la renaturalización y reforestación urbana, contribuyendo a reducir la huella de carbono, generando sumideros de CO2.
- Mejorar la respuesta bioclimática de la vivienda y de su eficiencia energética.
- Potenciar la equidad habitacional diluyendo la desigualdad que supone no disponer de un espacio exterior al aire libre.