El proyecto BIOCERAM surge por la necesidad de conocer los mecanismos causantes del efecto biocida de las superficies cerámicas, incluyendo bacterias, virus y hongos, con el objetivo final de desarrollar cerámicas biocidas. Esta necesidad está motivada por la petición de los consumidores finales de disponer de materiales cerámicos biocidas para dar respuesta a futuras amenazas biológicas. Actualmente existen compuestos como plata, cobre, dióxido de titanio y cinc que presentan características biocidas. La introducción de estos compuestos en bienes de consumo obtenidos mediante procesos a baja temperatura (<500°C) no altera las características de estos biocidas, lo que facilita su utilización en productos como pinturas, textiles, polímeros, etc. Sin embargo, la existencia de una etapa térmica a elevada temperatura (>1000°C) en la fabricación cerámica, modifica las características de los compuestos biocidas, los cuales experimentan importantes cambios. Esta es la gran dificultad de disponer de materiales cerámicos biocidas, dado que en función del entorno químico en el que se encuentra el biocida, su capacidad para ejercer este efecto se verá modificada en mayor o menor medida o incluso anulada.
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